Finalmente, le llamé..............


y su cumpleaños era el pretexto perfecto para hacerlo. La verdad desde hace mucho quería volver a llamarlo, pero no sabía cómo, pues su último email, no fue muy bonito que digamos y desde esa fiesta en el casino Mandarín o viceversa, no he vuelto a verlo.
Me temblaba todo, pero al final le marqué: primero ocupado: chingada! Con quién hablas wey? Cuelga que te estoy marcando?". Segundo intento: libre....uno, dos.... y su linda voz escuché. Lo saludé y creo que le dió gusto oir que era yo, o al menos, eso quiero creer por el tono en que me habló. Lo felicité, le canté un pedacito de las mañanitas en español y se rió! DIOS CUANTO HUBIERA QUERIDO VER SU LINDA CARITA!!!!! Hablamos muy poco, no va a festejar, verá a un par de amigos, pero nada especial. Le mentí que le había comprado un pastel y se puso serio: "no debiste" me dijo... " pero yo quise " le respondí.....después de unos segundos de silencio, me empecé a reir y le dije que era una broma: también se rió y otra vez me volví a perder la expresión del amanecer en su sonrisa!!! Tenía una leve esperanza de que me preguntara si nos podíamos ver de nuevo. Pero no lo hizo. Tenía que trabajar. "Está bien", le dije, " que tengas un lindo día, te mando un abrazo y muchos besos ( smack, smack! ) porque eres muy lindo, además de que es tu cumpleaños". "Gracias " "adiós" fueron sus últimas palabras, que se quedaron en mis oídos y en mi corazón, suspirando por un reencuentro con el pasado, con aquel que me robó el corazón, en las calles de St. Pauli. " Feliz cumpleaños, mi vida. Sabes que te amo aunque tu no lo hagas" se escaparaon las palabras, pero él ya no las escuchó. Maldita sea, la vida es super injusta.........