Friday, December 16, 2005

Tres letras......

Nunca me puse a pensar en la cantidad de letras que tiene un nombre y mucho menos si este tiene algún significado. Porque si algunos nombres se componen de dos, que tendrá que ver con la persona, y más cuando son nombres muy largos. Sin embargo se dice que en el nombre, se lleva la fama y últimamente me han pasado un par de experiencias que a continuación les cuento:

Desde mi llegada a esta ciudad y durante la búsqueda no mal intencionada por conocer nuevas personas, no sé si la casualidad o qué, me han llevado a conocer hombres, cuyos nombres se componen de tres letras y que si tomamos en cuenta el mencionado dicho, dejan mucho que desear. Los nombres no los voy a mencionar, porque no me gusta quemar raza, pero lo menciono porque los encuentros con estos hombres, han sido tan cortos, como sus nombres.
El primero, un chamaquito, mucho más joven que yo, bastante despreocupado por la vida, un poco locuaz, mal amante pero lindo. Realmente nunca me puse a pensar en tener una relación seria con él, pero de alguna manera me daban un poco de celos, el saber de todos sus destrampes. Por suerte o por desgracia, el fulano en cuestión enseñó el cobre y esa historia se volvió parte del pasado: 1,2,3 .....
El segundo encuentro, del cual si me dolió un poco más que menos que haya desaparecido fue este. Otro chico más joven que yo, pero no tanto: medio gordis, algo engreído, pero con una carita y una mirada, que robaban toda mi atención. El es muy simpático, pero desgraciadamente: ocupado, ocupado, ocupado.......como los números telefónicos de las estaciones de radio en México. De un momento a otro, la cosa no se acabó porque ni siquiera empezó, pero de alguna manera, se perdió. E igual que su nombre: 1,2,3........
Al tercero, ya ni me imaginaba que podía convertirse en algo más, pues ya después de tantas decepciones y frustaciones, uno se queda siscado y ni por aquí, le pasan esas ideas. Sin embargo, este encuentro fue un poco diferente: El chico es más joven que yo, pero no mucho, digamos unos 4 años menos y quería aprender español. Alemán y todo y se me lanzó, cosa que me sacó grueso de onda, porque normalmente un hombre alemán primero se muere antes que piropear ó lanzarsele a una mujer.
Esto me llamó la atención y aunque ya me había propuesto "no más alemanes" pensé darme el chance. Pero ayer todo se esfumó! Digamos que no había nada concreto entre nosotros, pero las intenciones eran obvias y ayer, volví a caer en la realidad: trabajo, dinero y un cambio de ciudad se interponen, pero no es sólo eso, también la realización como profesional y las no ganas de una relación, terminaron por llevarme a la verdad: nuevamente 1,2,3..........
Yo no sé cuántos hombres más hay que conocer para encontrar lo que uno busca, aunque no se tenga la intención de buscar y menos aún si sus nombres se componen de cierto número de letras. Pero ya son tres, y tres es un número bastante grande. En mi pueblo decimos que la tercera es la vencida, pero en este caso para que: tres hombres, tres letras......me querrán decir algo? O el siguiente tendrá un nombre tan largo que será la señal para saber que esto va a durar? De cualquier manera, ya me dió hasta miedo y supongo que seguiré manteniendo mi esceptisismo hacia los hombres alemanes, que según veo y compruebo, siguen siendo inmaduros, tengan la edad que tengan, y siguen sin saber que es lo que quieren, lastimando, quizás sin querer queriendo, a quienes nos damos la oportunidad de confiar sin tener o tal vez sí miedo. El perder la confianza en creer en las personas, eso si me daría miedo, y eso es ya decir bastante.

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